14 horas de bus. De Yangon a Mandalay

27 de enero al 1 de febrero del 2010

Bueno, pues tampoco ha sido tan duro. Tan malas que se suponía que eran estas carreteras… y nosotros hemos dormido como bebes en el asiento del bus. O estábamos muy cansados o las carreteras eras más que transitables.

Una vez en la estación de buses de Mandalay una avalancha de taxistas dispuestos a llevarnos al fin del mundo.

- “How much to Mandalay town?” ¿cuánto por llevarnos al centro?

- Por los dos os cobro “solamente” 5 $.

Vaya nos consuela saber que por un trayecto de 14 horas hayamos pagado 10 $ y que ahora por 30 minutos nos quieran soplar cinco.

Nos salimos de la estación con la intención de encontrar algún otro autobús local que nos lleve por un precio más razonable. Y vaya si lo encontramos. Son más conocidas como “pick up”. Son unas camionetas con la parte de atrás cubierta y en su interior dos largos bancos de asientos en donde los pasajeros se aprisionan los unos con los otros y en algunos casos si el espacio dentro no es suficiente… pal techo que se van.

El precio real por el recorrido es de 200 kyats, aunque estos birmanos listillos que ya empiezan a aprovecharse de los turistas despistados nos querían cobrar 400. Menos mal que Emilio sacó su genio de león que tiene y los puso a todos en su sitio. En esta ocasión nos salimos con la nuestra.

La estancia en el hotel Royal Guest House (7 $ con baño compartido) fue bastante agradable, con habitaciones limpias y luminosas (al menos la nuestra). El desayuno está incluido en el precio y es lo típico, tostadas con huevo al gusto, mantequilla y mermelada, un par de bananas, un zumo y te o café.

Contaros que en Birmania todavía no existe ningún cajero automático, por lo que las tarjetas de debito/crédito son de poco utilidad en el país. Es decir, hay que abastecerse de dinero antes de entrar. Aunque el euro también es aceptado, es aconsejable llevar dólares, y a ser posible en billetes NUEVOS de 100 $, ya que para hacer el cambio a la moneda local será mucho más fácil. Y digo lo de nuevos, porque es exactamente como tienen que ser o parecer. El más mínimo rasguño o doblez por insignificante que nos pueda parecer nos hará obtener un cambio muy desventajoso. Por qué? Ni idea, pero es gracioso que nos exijan tanta perfección en los billetes americanos y en cambio los billetes locales… estén rotos por la mitad y pegados con celo, con letras y números apenas visibles y con tacto en ocasiones parecido al serrín por el uso en exceso del billete que cuando uno lo toca tiene miedo que se le desintegre en las manos… Y en ese caso…. No problem!

También hay que tener mucho cuidado donde se hace el cambio a Kyats, que hay gente que ofrece cambios muy golosos pero ojito!!!! Que el truco del almendruco está detrás.

Te ofrecen el fardo de billetes para que lo cuentes. Cuando estas a la mitad muy amablemente te sujetan los billetes que ya has contado para que sigas contando la otra mitad más cómodo y…. cuidado que en ese momento aparece la mano invisible que hace desaparecer unos cuantos billetitos, visto y no visto.

El que es confiado o no se da cuenta, pues tan contento, ya que se marcha del sitio orgulloso de haber conseguido tan lucrativo cambio.

Sin embargo, el precavido debe de contar los billetes como mínimo dos veces, y si alguien os sujeta parte de ellos, volver a contarlos….. En ese caso, el mago se da cuenta de que su truco no puedo efectuarse y …. Entonces te sueltan la frase de “Police is coming”, la policía viene, y con la excusa te dicen que no te pueden hacer el cambio y que vuelvas en otro momento.

En resumidas cuentas, que os aseguréis bien de contarlo tantas veces sea necesario cuando os decidáis a hacerlo en la calle. Y para un mejor cambio en Yangon es donde se pueden conseguir los mejores (1 $ entre 1000 – 1050 kyats). Cuanto más os alejéis de Yangon mas caro os saldrá el cambio (1 $ entre 900 – 960 kyats).

Y qué más os cuento? Que en Birmania hay que pagar por todo. En Mandalay, está el llamado “Combo ticket” que vale 10 $. Tiene una validez de 5 días y te permite entrar a las pagodas y monumentos más importantes. Si no se quiere pagar la entrada hay muchos otros sitios que se pueden visitar gratuitamente.

En Mandalay tuvimos muchos momentos para compartir nuestro tiempo con la gente local. Ko Lenn, se dedica a trabajar como conductor de moto. Puede llevar hasta 2 personas en la moto (3 con él) y suele hacer los típicos recorridos por la ciudad. Hicimos buenas migas con él y aunque no contratamos ninguno de los servicios que ofrecía, nos llevó a los locales de los alrededores para degustar comida birmana, a las rumerias más famosas de la ciudad para probar Ron Myanmar, y nos explicó muchos anécdotas de su vida.

Luego está Cherry. Un personajillo muy curioso. Anda siempre merodeando los alrededores de las pagodas en busca de extranjeros con quien tomas un te, comer, hablar… y por que no… pedirles dinero después.

Tiene alrededor de 67 años y aunque soltera y sin hijos, su inglés y su nivel de educación son excelentes. Con ella compartimos una comida y un te. No le dimos dinero, pero se quedó con nuestra sonrisa de felicidad.

Mas tarde nos enteramos que su madre era birmana pero su padre inglés. El padre las abandonó y es por eso que Cherry pasó a ser una “repudiada” y nadie quiso nunca casarse con ella. Ahora no tiene a nadie y está completamente sola. Y aunque su nivel de ingles le permitiría ganarse muy bien la vida como profesora… prefiere ir en busca y captura de su tesoro mas preciado, el extranjero.

En Mandalay aparte de hacer la visita de rigor a la ciudad, no decidimos a ir al zoo para ver unos cuantos animales.

Por las cercanías de Mandalay existen las 3 “old cities”, ciudades antiguas. Son Amarapura, Mingun y otra que ahora mismo no me acuerdo del nombre. Visitar Mingun

Supone pagar un bote que te lleva hasta allí y la entrada, que es aparte del combo ticket. Su precio es de 3 $. Nosotros no pagamos ni el combo ticket ni visitamos Mingo.

En cambio si que dedicamos un día entero a Amarapura. En Amarapura se encuentra el puente de bambú más largo del mundo. Para desplazarnos hasta allí escogimos la bicicleta (1’5 $ por bici), ya que así pudimos disfrutar del paisaje y sus gentes. Para la gente que sea más comodona, puede ir en taxi (10 $ aprox.). Y para los más ahorradores, la opción más económica es ir en pick up (200 kyats p/p).

Una vez allí, y dejando de lado la gran cantidad de locales intentando venderte lo que sea (collares de piedras, bolsos hechos con pepitas de sandia…), el paisaje es bastante bonito y la vista del puente sobre el río, espectacular. Aquí os dejo algunas fotos para que juzguéis vosotros mismos.

En cambio si que dedicamos un día entero a Amarapura. En Amarapura se encuentra el puente de bambú más largo del mundo. Para desplazarnos hasta allí escogimos la bicicleta (1’5 $ por bici), ya que así pudimos disfrutar del paisaje y sus gentes. Para la gente que sea más comodona, puede ir en taxi (10 $ aprox.). Y para los más ahorradores, la opción más económica es ir en pick up (200 kyats p/p).

Una vez allí, y dejando de lado la gran cantidad de locales intentando venderte lo que sea (collares de piedras, bolsos hechos con pepitas de sandia…), el paisaje es bastante bonito y la vista del puente sobre el río, espectacular. Aquí os dejo algunas fotos para que juzguéis vosotros mismos.

La última noche nos cruzamos en el hotel con dos españoles, mejor dicho, una española y un medio español. Laura y Peter, de Almería, aunque Peter es originario de Holanda, se le puede considerar muy español tras 16 años viviendo en España.

Pasamos un rato muy agradable con ellos, comiendo unas chapatis con carne en la calle, y unos traguitos de ron local (una servidora lo mezcló con 7up).

E-mail: unpaseilloporelmundo@hotmail.com